En su obra, Sagan planteó una inquietante visión de una sociedad donde la falta de pensamiento crítico, sumada al dominio de la tecnología en manos de unos pocos, llevaría a un mundo gobernado por la desinformación y la superstición.

El científico dedicó su vida al estudio del universo
Después de 30 años de vida, el libro del célebre científico y divulgador Carl Sagan “El mundo y sus demonios”, sus advertencias sobre el declive del pensamiento crítico y la creciente desinformación parecen más vigentes que nunca.
En su obra, Sagan planteó una sugerente visión de una sociedad de civiles, donde la falta de pensamiento crítico, sumada al dominio de la tecnología en manos de unos pocos, llevaría a un mundo gobernado por la desinformación y la superstición. En el mundo digital, la información viaja a una velocidad vertiginosa, pero no siempre con precisión, y las plataformas tecnológicas, lejos de corregir los errores, a menudo alimentan los prejuicios y fomentan la desinformación.
Sagan advirtió que sin una ciudadanía capacitada para discernir entre hechos y supersticiones, nos deslizaríamos “casi sin darnos cuenta, de nuevo, hacia la superstición y la oscuridad”. Esta predicción se volvió una realidad inquietante en una era en la que las herramientas digitales, como las redes sociales, amplifican tanto el conocimiento como la desinformación, dejando a muchos sin las habilidades para distinguir entre ellos.
El astrónomo subrayó que la capacidad de pensamiento crítico es esencial para evitar caer en lo que él llamó los “demonios” de la mente humana: el sesgo cognitivo, la falta de escepticismo y el atractivo de las explicaciones simples para problemas complejos. Hoy, esos demonios parecen estar más presentes que nunca, con personas que basan sus creencias en pseudociencia, horóscopos o en las teorías conspirativas más extravagantes.

En su obra, Carl Sagan no solo ofreció advertencias, sino también soluciones para combatir la desinformación y el declive del pensamiento crítico. Entre las estrategias más destacadas, Sagan promovió la confirmación independiente de los hechos, la importancia de fomentar debates con expertos de diferentes puntos de vista y la necesidad de no aferrarse a una única hipótesis, sino estar abierto a distintas explicaciones.
El llamado de Carl Sagan a fortalecer el pensamiento crítico cobra relevancia en la actualidad, donde la capacidad para analizar la información es crucial. La desinformación, alimentada por algoritmos que priorizan el contenido sensacionalista o polarizador, no solo erosiona el debate público, sino que también socava la confianza en el conocimiento científico.