A horas de la contienda legislativa, la pregunta predominante parece ser; que pasa, y pasará, en el futuro inmediato, en la argentina.

No solo la nueva configuración legislativa, que asumirá en diciembre, sino también otras cuestiones.

A saber:

Habrá devaluación (si la hay, cuan profunda será)

Se liberarán, los precios de las tarifas y el transporte.

Se deberían, para esa fecha, hacer público el acuerdo financiero con los Estados Unidos, y la banca internacional.

También el tan publicitado, nuevo acuerdo comercial, con el país del norte, que, desde la suba de aranceles, seria motivo de preocupación para el gobierno, por el golpe certero, en algunas industrias preminentes de país.

La renovación del gabinete, la cual se aguarda para una vez superado el sufragio, también toma importación, para observar como se recalibra el ejecutivo, en busca de la tan pedida gobernabilidad, no solo por los organismos internaciones, sino por las elites locales.

Estas últimas quizás las más golpeadas, hasta ahora por el modelo impuesto, desde diciembre de 2025.

El gobierno enumera una serie de reformas, las cuales califica de estructurales, (reforma previsional, laboral etc.), las cuales solo podrían prosperar, con un resultado electoral favorable, no solo para la rosada, sino también para sus aliados en las provincias que han colaborado con sus legisladores para socorrer al gobierno en más de una oportunidad.

A todo, esto deberíamos de señalar, la también renovación impulsada por algunos sectores dentro de la oposición, la cual, dicen, que comenzara con sus roscas, una vez concluida la elección.

Una vez más, la idea ha sido describir un cuadro de situación, y que sea el lector, quien nos de su visión sobre lo señalado.

El licenciado.

Deja un comentario